La alergia es una reacción de nuestro organismo ante una determinada sustancia que percibe como un agente nocivo, de manera que nuestro sistema inmunológico se activa desde el momento en el que detecta agentes que considera extraños.

Nos encontramos, por tanto, ante una respuesta errónea y excesiva de nuestro sistema inmunitario, que en el caso de la primavera, actúa frente a determinadas sustancias que encontramos en el aire inhalado.

Estas sustancias son sobretodo el polen y el polvo, aunque también nos podríamos encontrar con otras sustancias que nuestro organismo puede identificar como extrañas y potencialmente peligrosas.

Síntomas de la alergia primaveral

Los síntomas que aparecen tras la llegada de la primavera, especialmente durante los días de mayor polinización (es decir, de mayor presencia de polen en el aire que inhalamos) son en la mayoría de las ocasiones fácilmente identificables:

  • Picor en los ojos o en la nariz.
  • Moqueo acompañado de congestión nasal.
  • Rinitis.
  • Tos, sobretodo después de haber realizado ejercicio físico.
  • Sensación de ahogo.
  • Enrojecimiento en la piel.
  • Lagrimeo.
  • Molestias a la luz.

¿Cuáles son las causas de la alergia primaveral?

Evidentemente, durante la primavera la principal causa de alergia es el polen, precisamente porque nos encontramos ante una época del año durante la cual las plantas tienden a producirlo con mayor frecuencia y luego lo esparcen a la atmósfera.

Además del propio polen en sí mismo, debemos tener en cuenta que cuando el polen se combina con partículas químicas procedentes de la contaminación, se crean a su vez compuestos que podríamos considerar como más complejos, siendo incluso aún más peligroso para nuestro sistema inmunológico.

Tratamiento de la alergia primaveral

Medicamentos

  • Antihistamínicos: son medicamentos que bloquean los receptores de la histamina.
  • Esteroides tópicos nasales: ayudan a mejorar la obstrucción nasal.
  • Esteroides: son medicamentos más potentes, recomendados en caso de presencia de síntomas más intensos.

Inmunoterapia

Son vacunas que contienen extractos de proteínas de pólenes, y son aplicadas en forma de inyectables, o bien por vía oral, siempre en dosis progresivas para generar así una tolerancia del sistema inmune.